Jefe vs. líder: ¿cuál es la diferencia?

16/11/2023 | Santander Universidades

El creciente interés por el desarrollo del liderazgo en el ámbito empresarial no es casualidad. Las últimas investigaciones en esta materia ponen de manifiesto el impacto positivo que tiene un líder tanto en el equipo, como en los resultados globales de la organización. Pero, ¿qué es el liderazgo? Hoy, más que nunca, conviene tener clara la diferencia entre jefe vs. líder.

Y es que es cierto que aún hay quien confunde mandar, con liderar. De hecho, el 86% de los profesionales consideran que falta liderazgo en sus compañías, de acuerdo con una encuesta del Foro Económico Mundial. Y, sin embargo, uno de cada dos trabajadores asegura que su rendimiento sería mejor si su supervisor directo fuera un auténtico líder, según otro estudio de Society for Human Resource Management (SHRM). 

Por tanto, el primer paso para ejercer un liderazgo real es descubrir esa dicotomía entre jefe vs. líder. ¿Y tú? ¿Ordenas o inspiras? 

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¿Qué es ser un jefe vs. líder?

La clave para entender la diferenciación entre jefe vs. líder se encuentra en la voluntad de los subordinados de seguir a esa persona. De esta manera, un jefe o mando dirige a los equipos porque se encuentra en una situación de superioridad jerárquica: la empresa le ha conferido esa capacidad de gestión, le guste o no a la plantilla. En cambio, en el liderazgo, son los propios empleados los que quieren dejarse guiar por esa persona. Es decir, confían en su criterio, más allá de su cargo. 

De hecho, ni todos los líderes son jefes, ni todos los jefes son líderes. Por ejemplo, seguro que has tenido algún superior al que no considerabas capacitado para gestionar equipos. También, habrás conocido a algún compañero cuya opinión, sin tener una posición jerárquica superior, era refrendada por el grupo. Como dijo el general Eisenhower: “el liderazgo es el arte de conseguir que alguien haga algo que tú quieres porque él quiere hacerlo”. Por tanto, el liderazgo no se impone, se conquista. 

Uno de los puntos claves de la diferencia entre jefe vs. líder es la relación que se mantiene con los trabajadores

¿Cuál es la diferencia entre un jefe y un líder?

En este sentido, Warren Bennis, uno de los mayores gurús de liderazgo, con más de una veintena de exitosos libros sobre la materia, como el aplaudido On Becoming a Leader, ha diseccionado la relación jefe vs. líder. Sin ir más lejos, estas son las 10 diferencias entre ambas figuras:

Enfoque a personas vs. interés en sistema y estructura

Quizá la mayor diferencia radica en el origen de esta situación. En el liderazgo, independientemente del estilo que se ejerza, son las personas, los subalternos, los que confieren a ese profesional su poder. Por el contrario, los mandos jerárquicos ostentan su posición por una cuestión estructural, sin que ello lleve aparejado de forma inherente el apoyo y respeto de la plantilla. 

Confianza vs. control

Como consecuencia de esta legitimidad como responsables empresariales, este respaldo del que gozan los líderes es una cualidad que tienen que ganarse a partir de la creación de entornos de confianza mutua. En cambio, los directivos carentes de liderazgo no son seguidos por los empleados, por lo que deben imponer sus decisiones a través del control.

Innovación vs. administración

El líder se interesa por todo y está dispuesto a arriesgarse, a experimentar y probar ideas nuevas y originales que posibiliten a la empresa ir un paso más allá. Por el contrario, los jefes tratan de no cometer errores, por lo que copian comportamientos o proyectos ya contrastados, limitándose a reducir los errores en su gestión, pero sin poner su atención en la mejora continua, sino en el mantenimiento de la compañía.

Investigación vs. conformismo

Otro punto separador entre un jefe vs. líder es que este último domina el contexto, mientras que el primero se somete a las circunstancias. Dicho de otro modo, el líder va más allá de lo cotidiano, desafiando abiertamente el status quo y perseverando a pesar de todas las dificultades, con el único fin de que se alcancen las metas de la organización.

Implicación vs. supervisión

En el plano operativo, los líderes se implican en los proyectos como uno más. Trabajan codo con codo y fomentan la participación activa de los empleados ―de todos, ya que creen firmemente en la riqueza que supone contar con diferentes puntos de vista―. En cambio, los jefes se limitan a dar órdenes y supervisar que estas mismas se están cumpliendo. No cuentan con la opinión de los colaboradores y tienden a respaldarse en pequeños grupos de empleados afines que apoyan su postura. 

Responsabilidad vs. culpabilidad

Al concebirse como miembros del equipo, los líderes asumen su responsabilidad en el caso de que se cometan errores, pero comparten los éxitos con todo el grupo. Por su parte, los cargos jerárquicos se creen por encima del grupo y, si hay algún fracaso, buscan a algún empleado al que achacar el error. Los logros, en cambio, se los atribuyen personalmente. 

Visión a largo plazo vs. visión a corto plazo

Para desarrollar un verdadero liderazgo, es necesario guiar a los equipos y marcar un rumbo, por lo que la visión de los líderes es a largo plazo. Por el contrario, los superiores jerárquicos se centran en el aquí y ahora, esto es, en cumplir con las metas previstas sin cuestionarse hacia dónde se dirige la empresa. 

Qué y por qué vs. cómo y cuándo

El líder sabe con claridad qué es lo que quiere hacer personal y profesionalmente y por qué, lo que le abre el camino para llegar a este punto. En cambio, los mandos orgánicos se limitan a establecer cómo se va a llevar a cabo un determinado proyecto y cuándo va a estar listo, sin mirar más allá. 

Futuro vs. presente

Enlazado con el punto anterior, la visión estratégica del líder siempre apunta al futuro, mientras que los mandos circunscriben la toma de decisiones al momento actual. Es decir, aquellos que lideran no pierden de vista el horizonte, buscando ir cumpliendo metas y desafíos. 

Lo correcto vs. correctamente

Dado que el poder del líder ha sido otorgado por el resto de profesionales, debe mostrar un comportamiento íntegro y coherente que mantenga esa confianza depositada en su persona. En el caso de los mandos, sus valores y honradez no afectan a su posición, jerárquicamente asignada. Los primeros hacen lo correcto; los segundos hacen las cosas de manera correcta. 

Una de las diferencias entre jefe vs. líder es que este último es seguido de forma voluntaria

¿Cuándo el jefe no es líder?

Tras ver estas diferencias entre jefe vs. líder, te estarás planteando en qué rol te encuentras. Para resolver este enigma, solo tienes que responder a tres sencillas cuestiones para determinar qué tipo de superior eres:

  • ¿Los empleados se sienten importantes? Si ejerces un auténtico liderazgo, el equipo piensa que lo que hace tiene un propósito y un sentido, de manera que se siente parte de esta meta superior. 

  • ¿Te resulta estimulante tu trabajo? Los líderes convierten el día a día en una tarea estimulante, desafiante e, incluso, placentera, lo que atrae y confiere energía a los trabajadores, motivándolos al logro por identificación. Y recuerda que, a largo plazo, es mucho más eficaz motivar al personal que controlarlos mediante coacción. 

  • ¿Eres un ejemplo a seguir? Otro factor para saber en qué punto te encuentras entre jefe vs. líder es cuestionarte si sirves de modelo para el resto del equipo. Esto supone representar los valores y la ética de la organización, ser honesto y coherente y apostar por tu propia capacitación y la del equipo. En definitiva, se trata de valorar si eres una fuente de inspiración, un ejemplo en el que reflejarse. 

Al dejar de ser un jefe y abrazar el liderazgo, se construye un camino hacia el éxito sostenible y el desarrollo a largo plazo de la empresa. Se trata de una transformación que es crucial, porque no solo fomenta un ambiente de trabajo más positivo y productivo, sino que también estimula la innovación y el compromiso de los empleados. 

Sin embargo, cabe mencionar que la transición de jefe a líder implica un cambio en la mentalidad, la adopción de un enfoque más orientado hacia las personas y el desarrollo de habilidades de liderazgo. Es, por tanto, un proceso que requiere de tiempo, dedicación y práctica continua.

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