Cómo ayuda la inteligencia artificial en entornos laborales

08/05/2024 | Luis Matosas López y Lorena Rodriguez Calzada, Universidad Rey Juan Carlos

¿Se imagina que los correos electrónicos de mero trámite, esos que nos quitan tanto tiempo, se escribieran de forma automática según lo que tuviéramos en mente? ¿Que pudiéramos prever incidencias o plazos en un proyecto? ¿Que las consultas de nuestros colegas y subordinados se respondieran de forma autónoma? Gestiones que no son complicadas, o que resultan repetitivas, pero nos quitan mucho tiempo, podría hacerlas por nosotros la inteligencia artificial

Esta tecnología imita la inteligencia humana para realizar y mejorar tareas. ¿Cómo lo hace? Lo hace a través de la recopilación de información y el entrenamiento continuado. La IA permite progresos en todos los ámbitos de nuestra vida personal, pero esto se hace igualmente extensible a los entornos laborales, en contextos administrativos y de gestión. 

La IA en entornos laborales

La IA ayuda, sobre todo, a automatizar tareas y a analizar grandes volúmenes de datos, pero también, por ejemplo, a mejorar la comunicación con el usuario mediante técnicas de aprendizaje automatizado.   

Si nos ocupamos de hacer esas tareas en la empresa, ¿nuestro puesto corre peligro? Esta tecnología, posiblemente, hará desaparecer algunos puestos en un futuro. Otros simplemente los modificará o transformará. No obstante, también ayudará a la creación de nuevos puestos y a la especialización en tareas más gratificantes que las actuales.

Gracias a estas tecnologías, lograremos mejorar plazos, siendo más eficientes en nuestro trabajo. Con la IA, reduciremos la duración de tareas tediosas, pudiendo invertir el tiempo en otras más relevantes. 

La IA en entornos laborales puede transformar de forma notable muchas tareas administrativas, aspectos relativos a la gestión de proyectos, o cuestiones asociadas a la evaluación de riesgos; entre otros quehaceres.

¿Qué mejora en entornos laborales con la inteligencia artificial?

  1. Automatización de tareas repetitivas: la IA permite hacer de forma automática tareas administrativas de tipo rutinario y repetitivo. Ejemplos de ello son la entrada de datos, las tareas asociadas al uso del correo electrónico o la creación y modificación de horarios. Para ello, pueden utilizarse soluciones como Zapier, HubSpot o IBM Watson, entre otras. 

  2. Mejoras en la gestión de proyectos: la IA mejora la gestión de proyectos apoyándose en el análisis de datos para detectar posibles problemas, prever plazos y asignar recursos. Estas tecnologías pueden facilitar incluso sugerencias instantáneas de mejora a los gerentes. Los sistemas de IA, además, pueden ayudar en la elaboración de presentaciones y en la generación de ideas durante reuniones para nuevos proyectos.

  3. Análisis y evaluación de riesgos: estas tecnologías permiten analizar grandes cantidades de información para descubrir patrones y predecir riesgos. Así, por ejemplo, en el campo de las finanzas, la IA permite analizar cómo se mueve el mercado y anticipar cambios. Esto ayuda a la empresa a tomar decisiones más acertadas sobre dónde invertir su dinero. 

  4. Seguridad y monitoreo continuo: otro de los beneficios de la IA en entornos laborales es que permite reconocer patrones difícilmente identificables por un humano. Esto sirve para mejorar la seguridad en entornos digitales. Así, estas tecnologías, prevén posibles amenazas antes de que sucedan, actuando como un guardián en línea. Fuera de internet, la IA tiene también posibilidades para la supervisión del personal. Estas tecnologías pueden usarse para monitorear en tiempo real, y de manera ininterrumpida, al empleado en su lugar de trabajo. De este modo, recaba información sobre sus movimientos, actividad y tiempo dedicado a cada tarea para, posteriormente, evaluar su productividad y rendimiento.

  5. Mejora en la comunicación entre trabajadores: estas tecnologías, a través de distintas técnicas, permiten agilizar la comunicación. De esta forma, la IA resume automáticamente correos electrónicos, transcribe reuniones o realiza traducciones de documentos a diferentes idiomas. Además, es una buena herramienta en trabajadores con capacidades especiales, ya que posibilita una mejor adaptación a sus necesidades.

  6. Mejora de los servicios de atención al usuario: los sistemas de IA en entornos laborales, a través de asistentes virtuales y chatbots, pueden manejar, sin intervención humana, consultas rutinarias. Por ejemplo, en un contexto comercial, dando soporte al cliente de manera continua en su web, 24 horas al día, 7 días a la semana. De igual manera, en el ámbito de los recursos humanos, estas herramientas permiten que la empresa pueda dar respuesta a consultas frecuentes de sus empleados.

  7. Mejora en la generación de contenidos: otra de las utilidades de la IA en entornos laborales es la elaboración de contenidos de distintos temas. Estas tecnologías permiten generar tanto contenidos de texto como de imagen y vídeo. En un contexto educativo, esto puede acelerar la creación de materiales de aprendizaje. De igual forma, en un contexto comercial, podría servir para crear contenidos destinados a redes sociales o blogs de una manera mucho más ágil. 

  8. Realización de recomendaciones: estas tecnologías facilitan también el análisis del comportamiento y preferencias del usuario. Gracias a ello, la IA puede proporcionar recomendaciones e información personalizada. Esto permitiría, por ejemplo, analizar el historial de compras o de navegación web del cliente para recomendar productos adaptados a sus preferencias. 

De igual forma, en un contexto de recursos humanos, la IA puede proporcionar recomendaciones personalizadas a los miembros de un equipo de trabajo, en función de sus habilidades y desempeño previo. También en este ámbito, estas tecnologías pueden realizar recomendaciones en procesos de selección de personal.

La IA en entornos laborales, una buena aliada con supervisión humana 

La IA posibilita mejoras en labores administrativas, en la gestión de proyectos o en la evaluación de riesgos. Esto se produce, en parte, gracias a la automatización de tareas. Así, se libera parte del tiempo del trabajador para que este pueda dedicarse a tareas más estratégicas o creativas. Estas tareas suelen ser aquellas a las que la IA no llega. Con todo ello, se reducen costos y se mejora la productividad.

Por otro lado, estas tecnologías permiten también mejorar la explotación de grandes volúmenes de datos. Esto sirve para generar información que después puede ser utilizada como apoyo en la toma de decisiones. De esta forma, se reducen, además, las posibilidades de error humano. 

En líneas generales, los sistemas de IA en entornos laborales nos hacen más eficientes, proporcionan mejores servicios y ofrecen excelentes resultados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas tecnologías requieren también de intervención humana. Esta intervención se da tanto en su implementación como en su supervisión. Por consiguiente, la IA en entornos laborales no necesariamente desplaza al factor humano, sino que lo enriquece y complementa.

Este artículo se ha publicado en The Conversation.

 

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