Mujeres profesionales: ¿cuáles son las 10 habilidades necesarias para alcanzar el éxito y cómo adquirirlas?

Mary Barra, CEO de General Motors, Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, o Julie Sweet, CEO de Accenture, son algunas de las mujeres profesionales que ocupan los primeros puestos del ranking de las 100 mujeres más poderosas del mundo de Forbes.

¿Cómo han conseguido llegar hasta lo más alto? La fuerza laboral femenina destaca por una serie de cualidades que ellas han sabido explotar. Lo cierto es que tú también puedes seguir los pasos de las grandes referentes del mundo empresarial. Tan solo tienes que descubrir tus fortalezas y aprender cómo llevarlas al siguiente nivel. ¿Quieres  dar el salto en tu carrera profesional?

¿Cuáles son las principales características de las mujeres profesionales? 

Numerosas investigaciones han estudiado las cualidades por las que destacan, en términos generales, las mujeres en el plano laboral. Una de ellas es el reciente estudio realizado por Nawaiam, en el que se desvelan las competencias más características de la fuerza laboral femenina: 

1. Capacidad de organización: una de las competencias de las trabajadoras es su orientación hacia la planificación y organización, lo que las convierte en un activo de gran utilidad en puestos de dirección. En este sentido, según el estudio State of the Workplace de Hive, las mujeres tienden a completar más trabajo en promedio, ya que se les suele asignar el 55% de todo el trabajo, en comparación con el 45% encargado a sus compañeros varones. 

2. Multitasking: las mujeres profesionales son capaces de gestionar la multitarea con gran eficiencia. Sin duda, esta habilidad es también muy relevante en cargos de responsabilidad, donde es necesario estar pendiente de múltiples aspectos de forma simultánea. 

3. Inteligencia emocional: como han puesto de manifiesto los trabajos de la neurocientífica Louann Brizendine, autora del libro El cerebro femenino, el hipocampo de las mujeres es ligeramente más grande y posee más neuronas espejo que el de los hombres; lo que se traduce en una mayor inteligencia emocional y empatía. 

4. Intuición: asimismo, el cerebro femenino registra una mayor actividad neuronal entre los dos hemisferios, algo que les permite ser más intuitivas y analíticas.   

5. Adaptabilidad: las mujeres profesionales cuentan también con una alta competencia a la hora de tomar decisiones en escenarios inciertos, lo que hace posible que se puedan adaptar de manera fácil a los cambios. 

6. Curiosidad: Brenda Garmonde en el artículo 5 Reasons You are Better Off with More Female Employees señala que “las mujeres son mejores empleadas, ya que suelen tener un enfoque proactivo hacia el aprendizaje”. Esto quiere decir que  disponen de una mayor curiosidad que los hombres, lo que conlleva que apuesten por la capacitación y mejora continua. 

7. Atención al detalle: otra competencia en la que sobresalen las trabajadoras es en su capacidad para percibir los detalles. De este modo, a la hora de tomar decisiones, tienen una perspectiva más exhaustiva sobre la situación de partida.  

8. Trabajo en equipo: las profesionales con personal a su cargo destacan por su capacidad para inspirar, comunicar, implicar y motivar a los miembros de su equipo. Como sostiene Amalia Vanoli, directora de la Consultora de Recursos Humanos Tiempo Real, “las ejecutivas construyen muy buenos equipos de trabajo a los que motivan sin perder de vista los resultados”. 

9. Delegación: el estilo de liderazgo de las mujeres se inclina hacia un enfoque inclusivo y democrático, basado en la confianza hacia los empleados. Como consecuencia, les resulta más fácil delegar las tareas en su equipo o pedir ayuda cuando lo necesitan, creando un mayor sentido de implicación e integración de los trabajadores hacia las metas. De hecho, según el informe The XX Factor: The Strategic Benefits of Women in Leadership (2019), en las empresas lideradas por mujeres, los trabajadores se sienten más comprometidos con la estrategia aplicada por las líderes.

10. Liderazgo: todas estas habilidades dan como resultado que el liderazgo femenino en la actualidad sea altamente efectivo. En este sentido, de acuerdo con el estudio Are Women Better Leaders than Men?, publicado y actualizado en 2019 por la consultora Zenger & Folkman, las mujeres profesionales obtienen mejores calificaciones que los hombres en cuanto a capacidades clave de liderazgo. 

Vence el síndrome de la impostora y da un salto en tu carrera profesional

A pesar de que en los últimos años ha habido notables avances en la igualdad de género en los puestos de dirección, la representación femenina en la C-Suite sigue siendo inferior a la de los varones. Por ejemplo, según el estudio Women in the Workplace 2021 de McKinsey, por cada 100 hombres ascendidos a cargos de responsabilidad, solo 86 mujeres son promovidas. ¿Por qué ocurre esto? ¿A qué se debe el hecho de que el colectivo femenino se tope con el llamado techo de cristal cuando posee fuertes competencias para el liderazgo? 

Si bien existen factores externos de índole sociocultural que dificultan el ascenso de las mujeres profesionales dentro de la jerarquía empresarial, la desigualdad de género también se debe a la propia percepción que las propias trabajadoras tienen sobre sí mismas. Esto es lo que se conoce como síndrome del impostor, un sesgo cognitivo muy extendido entre el colectivo femenino que les lleva a pensar que no son merecedoras de sus éxitos.

A causa de esta idea inoculada por los estereotipos de género tradicionales, las mujeres profesionales boicotean de forma inconsciente y de diferentes maneras su futuro laboral:  

• Las perfeccionistas: se marcan como objetivo inmediato metas altísimas, prácticamente inalcanzables para cualquiera, y se sienten frustradas cuando no las consiguen. 

• Las expertas: nunca creen que poseen los conocimientos suficientes para desarrollar las labores que se le piden. 

• Las superwomen: asumen una gran carga a nivel laboral y personal, aunque se trate de tareas que no les corresponden. Esto las sitúa en una situación de sobrecarga que les impide acceder a puestos de responsabilidad. 

• Las genias: hay mujeres a las que se ha calificado de genias desde su infancia, debido a algún talento natural, pero han originado un sentimiento de menosprecio hacia sus propios logros. 

Nadie es ajeno a esta inseguridad. Ni siquiera aquellas personas que han triunfado en sus respectivos campos. Según Elisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, autoras de El síndrome de la impostora: ¿Por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas?, la ex primera dama y abogada Michelle Obama, la oscarizada Meryl Streep, la superventas Jennifer López, la medallista olímpica Almudena Cid o la directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, son algunas de las mujeres profesionales de éxito que han admitido haber sentido esta sensación de fraude a lo largo de su carrera. No obstante, y lo realmente importante, han logrado dominar esta falta de confianza. 

Mejora tus habilidades de liderazgo

En el ascenso de las mujeres profesionales a puestos de liderazgo, la capacitación cobra un protagonismo incuestionable. Por un lado, participar en programas de desarrollo directivo permite a las trabajadoras adquirir las competencias necesarias para hacer frente a las responsabilidades de los puestos ejecutivos. Por el otro, este aprendizaje refuerza la seguridad en sí mismas y hace que se sientan capaces de asumir nuevos retos laborales. 

¿Por qué el mercado laboral te necesita?

Formar parte de este tipo de iniciativas tiene un impacto directo en el desarrollo de las mujeres profesionales. Ahora bien, la mayor presencia de la fuerza laboral femenina también influye positivamente en el mercado de trabajo. 

Por ejemplo, de acuerdo con el trabajo The business case for change (2019), de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la diversidad de género se traduce en un aumento de la capacidad de atracción y retención del talento, una mayor innovación y creatividad, un incremento de la reputación empresarial y una mejora en la orientación hacia el cliente. Como consecuencia, seis de cada diez compañías encuestadas sostiene que incorporar a mujeres profesionales a sus plantillas ha conllevado un crecimiento de la rentabilidad y la productividad. 

Lo mismo sostienen otros estudios de Harvard o Deloitte, que asocian la mayor presencia de mujeres directivas con una mejora de los resultados financieros de las organizaciones. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el Índice de Instituciones Sociales e Igualdad de Género 2019, calcula que la discriminación por motivos de género acarrea unas pérdidas de ingresos a nivel mundial de unos seis billones de dólares, equivalentes al 7,5% del producto interior bruto mundial. 

Por tanto, impulsar la igualdad de género en todos los niveles del mercado de trabajo es una obligación global que deben afrontar tanto los gobiernos, las instituciones y las empresas como las propias mujeres profesionales. 

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