Seguro que alguna vez has escuchado el dicho de “la unión hace la fuerza''. Y es que, ¿sabías que algunos animales, como las hormigas, los leones o los peces, se coordinan para conseguir más alimento o tener más posibilidades de sobrevivir en sus entornos? Sin duda, son todo un ejemplo de cómo se pueden mejorar las condiciones generales de un grupo con cooperación y solidaridad.
Por esta razón, no es de extrañar que este tipo de trabajo en equipo se haya implementado en la educación con el aprendizaje cooperativo. Se trata de un método pedagógico que dista mucho de los modelos utilizados de forma habitual en las aulas, ya que implica procesos participativos y fomenta la interacción en lugar de la escucha pasiva. Aunque se ha utilizado de manera puntual en la formación tradicional, cada vez son más los docentes que recurren a este con frecuencia.
Lo cierto es que su uso ha aumentado tanto en la formación profesional como en entornos laborales, debido a que sus beneficios son aplicables a todos los niveles formativos. Si quieres saber más sobre qué es exactamente el aprendizaje cooperativo, cuáles son sus principales características y sus ventajas o, incluso, si puede sustituir a las metodologías tradicionales en las que el educador habla y los alumnos se limitan a escuchar, en este artículo te lo explicamos.
Tras la evaluación y el análisis de una experiencia docente basada en esta metodología, profesores universitarios y pedagogos han señalado que “el aprendizaje cooperativo es una metodología educativa basada en la interacción de grupos de trabajo reducidos, en los que el alumnado interioriza la corresponsabilidad en el aprendizaje de todo tipo de contenidos”.
Teniendo en cuenta esta premisa, es importante subrayar que, en la composición de estos grupos, se busca la heterogeneidad y la sociabilización, de manera que todos los miembros puedan aportar diferentes características al colectivo interactuando entre sí.
Por otro lado, cabe hacer una diferenciación con el denominado aprendizaje colaborativo, que parte de la igualdad entre sus miembros y no presenta en ningún punto una figura que dirija el proceso, las ideas de partida o las conclusiones a alcanzar. En cambio, el método cooperativo sí que cuenta con un formador o líder que determina las pautas del aprendizaje, los aspectos a abordar y el resultado final de la enseñanza.
Para acabar de entender el concepto de aprendizaje cooperativo, se hace necesario profundizar en las características principales que lo definen. De este modo, el concepto resulta mucho más visual y aplicable en contextos reales:
Uno de los aspectos positivos en este tipo de formaciones es la posibilidad de combinarlas con otras metodologías que también se alejan de los métodos tradicionales, como puede ser la gamificación. A la hora de aplicar el aprendizaje cooperativo, existen numerosos ejemplos que ilustran su utilidad, muchos de los cuales se pueden ver a día de hoy en aulas universitarias y en la formación profesional.
La formación a través de la diversión tiene un gran protagonismo en las estrategias de aprendizaje cooperativo. Buena muestra de ello son los concursos tipo quiz por equipos, donde se definen grupos que participan en un juego de preguntas en el que son esenciales la comunicación, la interacción y la responsabilidad conjunta para obtener los resultados esperados.
Los debates grupales son otra de las metodologías más recurrentes cuando se trata de llevar a la práctica el aprendizaje cooperativo. Más allá de la inevitable bidireccionalidad del proceso, se requieren capacidades básicas como la socialización, el trabajo individual con fines colectivos o la heterogeneidad en las opiniones.
Por otra parte, la interdependencia entre los miembros del grupo es evidente, dado que los argumentos de cada participante al debatir van a tener repercusión en los resultados del equipo.
El trabajo de investigación de expertos de casos prácticos de la aplicación del aprendizaje cooperativo ha ofrecido resultados concluyentes que certifican mejoras significativas, tanto en entornos laborales como en las etapas de formación superior. Algunas de las ventajas más importantes que se extraen de estos planteamientos son las siguientes:
Lejos del aprendizaje unidireccional, cada vez más obsoleto, la metodología cooperativa pretende poner el foco en el trabajo en equipo a la hora de obtener conocimientos. Estos métodos hacen la formación más atractiva, algo imprescindible en el momento actual, donde se requieren profesionales cada vez más preparados y adaptados a los actuales entornos laborales tan cambiantes.
Con este propósito de dotar a los profesionales con las habilidades esenciales para atender las necesidades del mercado y así ayudar al progreso de las personas, superar los desafíos que presenta la cuarta revolución industrial y crecer de manera inclusiva y sostenible, Banco Santander apuesta por tres conceptos clave para impulsar la empleabilidad: el aprendizaje continuo, el reciclaje profesional y la capacitación adicional. Con este fin, cuenta con el portal de Santander Open Academy, un programa global, único y pionero.
Si buscas seguir creciendo tanto personal como profesionalmente, consulta el portal de Santander Open Academy, en el que encontrarás cientos de oportunidades para formarte de la mano de instituciones de prestigio internacional. Podrás acceder a capacitaciones en tecnología, idiomas, estudios, investigación, soft skills, prácticas y liderazgo femenino, que te ayudarán a mejorar tu empleabilidad o reorientar tu carrera profesional.
¿Quieres convertirte en un lifelong learner y seguir aprendiendo para aumentar tus oportunidades laborales? El portal de Santander Open Academy te ofrece un montón de opciones para que puedas alcanzar tus objetivos. Consulta la plataforma y recuerda, puedes inscribirte en tantos programas como quieras. ¡Aprovecha la oportunidad!