Ética empresarial: una nueva forma de fortalecer la reputación de una marca en el mercado

21/02/2023 | Santander Universidades

Según un estudio realizado por BDO, un 75% de las empresas españolas han implementado un código ético como pauta genérica a la hora de tomar decisiones en el negocio. Y es que la ética empresarial, los valores y la responsabilidad social se han convertido en puntos muy importantes a la hora de dirigir una empresa.

La reputación de una marca puede quedar muy mal parada si se le relaciona con malas prácticas, ya sean laborales, medioambientales, de calidad o cualquier otro tipo. Además, cada vez más clientes se niegan a comprar productos o servicios que provengan de empresas sin ética. Y es que, como dijo Warren Buffett en 1930: “El precio es tan solo lo que se paga. El valor es lo que se obtiene”. 

Por otro lado, los trabajadores ya no desean trabajar en empresas que no compartan sus valores. Así lo determina un estudio de Regus, el cual afirma que casi un tercio de los encuestados renunciaría a su trabajo si los valores de sus superiores no se alinean con los suyos y hasta un 48% nunca se uniría a una empresa que no tenga sus valores sociales y medioambientales bien definidos. 

¿Quieres saber la importancia que tiene la ética empresarial para las organizaciones en la actualidad? A continuación, te explicamos sus ventajas y consecuencias, así como los puntos más relevantes que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar e implementar un código ético en una compañía.

¿Qué es la ética empresarial?

La ética empresarial se puede definir como el conjunto de valores y normas por los que se rige una empresa. De esta manera, cualquier cuestión o decisión tomada se basa en dichas normas, con el objetivo de crear una cultura de empresa, alinearse con los intereses de sus stakeholders e involucrarse de forma real en los problemas de la sociedad. 

El término de ética empresarial (en inglés, Business Ethics) surgió en los años 70 en Estados Unidos. No obstante, no fue hasta más tarde, en 1987, que se creó la EBEN (de sus siglas en inglés, European Business Ethics Network), una asociación que promueve el estudio de la aplicación de un código ético en el ámbito de las organizaciones, la economía y los negocios. 

A principios del siglo XXI, la ética empresarial ha ido acaparando cada vez mayor protagonismo. Esto es debido a la concienciación de gran parte de la población respecto a problemas sociales y medioambientales que ha obligado a las empresas a formar parte del movimiento.

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Principios básicos de la ética empresarial

Entre los principios básicos de la ética empresarial, encontramos valores como los siguientes:

  • Integridad: el código ético no solo debe crearse, también debe respetarse. Cuando esto sucede, la empresa consigue tener una imagen íntegra y coherente, actuando de la misma forma que en la que piensa y viceversa. 
  • Responsabilidad social: una empresa ética entiende y comparte los problemas de la sociedad. No solo eso, sino que también se involucra y toma decisiones en consecuencia, con el objetivo de mejorar y aportar a la solución de dichos problemas.
  • Responsabilidad medioambiental: como en el punto anterior, las empresas con ética deben preocuparse por el impacto medioambiental de sus actividades. Reducir su huella de carbono, proteger el planeta, ahorrar recursos y aumentar su eficiencia estarán siempre entre sus objetivos. 
  • Fair Play ante la competencia: además, se debe entender el mundo de los negocios como un juego en el que se deben respetar las reglas y al adversario. El juego limpio, las buenas prácticas y el respeto hacia la competencia es fundamental.
  • Derecho de los trabajadores: luchar por el bienestar de los empleados es otro de los principios de la ética empresarial. Los trabajadores son el corazón de la empresa, y asegurarse de que reciben un trato justo, cuidarlos y respetarlos es una obligación. 
  • Legalidad: el código ético debe incluir también algunas normas que impidan que se rompan las reglas del juego. Las actividades que se realicen deben estar siempre dentro de las leyes. 
  • Confidencial: también se debe respetar la información confidencial, como pueden ser los datos de los clientes o trabajadores, así como la confidencialidad de los contratos con otras empresas.
  • Transparencia: la comunicación de la empresa debe ser transparente y veraz, tanto en el ámbito interno como externo. No se puede dejar lugar a la duda ni a la interpretación. Los mensajes deben ser claros y simples para que la confianza aumente. 
  • Compromiso: la ética empresarial es compromiso con todo aquello que rodea a una empresa. Como dice el dicho popular, “las palabras se las lleva el viento”, por lo que el compromiso debe demostrarse día a día a partir de acciones que respalden todo lo anterior. Solo así se podrán crear relaciones a largo plazo con los stakeholders.
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¿Por qué es tan importante la ética empresarial?

La ética empresarial se ha convertido en un elemento esencial para las empresas. Tener una misión, unos valores y un propósito más allá de lo puramente económico se ha convertido en un factor determinante tanto en las relaciones internas como en las externas. Sin ir más lejos, una empresa sin ética ni moral ya no tiene cabida en la sociedad actual. 

Clientes, trabajadores, inversores, proveedores… Los diferentes actores que intervienen en el mundo empresarial no desean formar parte de algo sin valor moral. Y es que, de hecho, definir unos valores y reglas, así como constituir una ética propia y seguirla en cada una de las decisiones que tomas, aporta múltiples ventajas ante el contexto actual de especial sensibilidad social y medioambiental. Por ejemplo: 

  • Mejora la reputación de la empresa: la ética empresarial defiende valores como la igualdad, sostenibilidad, respeto de los Derechos Humanos, trabajo digno, etc. Por ello, al tenerlos en cuenta, mejora la imagen y reputación de una compañía.
  • Genera una mayor confianza y lealtad de los clientes: la tendencia de comprar productos o servicios sostenibles y éticos es cada vez mayor; de ahí que las marcas con unos valores bien definidos tienen la capacidad de atraer y fidelizar clientes. De hecho, según un estudio de Capterra, el 71% de los encuestados asegura que las medidas sostenibles de una empresa influyen mucho en su selección de productos.
  • Crea un ambiente laboral positivo: la ética empresarial es beneficiosa para los empleados y el buen funcionamiento de la compañía. Si se valora al personal y sus necesidades, se obtiene como resultado un ambiente laboral positivo en el que las personas se sienten alineadas con la empresa y desean formar parte de ella. 
  • Aumenta la productividad y eficiencia: cuando lo anterior sucede, la felicidad de toda la plantilla aumenta. Esto conlleva un aumento de la productividad, eficiencia, creatividad y esfuerzo por sacar los proyectos adelante como un equipo.
  • Mejoran las relaciones con los stakeholders: asimismo, la relación con los diferentes stakeholders también se fortalecen, ya que las empresas con ética resultan muy atractivas para los inversores. El estudio Compañías controvertidas: ¿Marcan las listas negras de los inversores la diferencia?, de Novethic, muestra que los inversores son más reticentes a invertir en empresas que incumplen con algunos valores que se asocian a la ética empresarial, como el respeto a los Derechos Humanos o Derechos Laborales.

Implementación de la ética empresarial

Construir y diseñar la cultura y ética empresarial es un trabajo constante al que se le debe dedicar especial atención. Como ves, gran parte de los intereses de una empresa quedan definidos por su ética. Incluso, si esta no se define, los valores intrínsecos de la organización acabarán definiendo su comportamiento y la naturaleza de sus acciones. 

Sin embargo, dejar algo tan importante en manos de la aleatoriedad y el criterio de cada persona es algo realmente peligroso. Por ello, diseñar, crear e implementar una ética empresarial resulta esencial si se quiere obtener los beneficios de su implementación. Para ello, se deben tener en cuenta los siguientes puntos: 

  1. Definición de valores, misión y visión de la empresa: se debe definir los valores, la misión y la visión sobre la que se va a sostener la cultura de la empresa.  
  2. Elaboración de un código ético: hay que elaborar un código ético que recopile las pautas que empresas y empleados deben seguir. 
  3. Comunicación interna: una vez elaborado, se tiene que hacer llegar a toda la compañía, así como hay que asegurarse de que se entienda la importancia y el deber de seguirlo a rajatabla. 
  4. Fomentar una cultura ética: a partir de ahora, todas las acciones realizadas deben respetar el código ético. La organización debe dar ejemplo y educar a sus empleados para inculcar sus valores. 
  5. Creación de un comité ético: el comité de ética será el órgano encargado de vigilar y promover el código ético, así como de tomar acción en caso de que alguna de las normas no se esté respetando. También, tiene como labor asesorar y buscar soluciones a los posibles dilemas que puedan surgir. 
  6. Auditoría y evaluación: el código ético debe ser un documento dinámico y revisable. Es necesario someterlo a auditoría y evaluación constante en busca de mejoras e introducción de novedades. 
  7. Mejora continua: la ética empresarial estará sometida a este ciclo de manera continua, con el objetivo de adaptarse a los posibles cambios que puedan surgir con el paso del tiempo. 

La ética de empresa constituye los pilares de la esencia de una empresa. Por un lado, las compañías que siguen ancladas a las malas prácticas tienen cada vez más dificultades para posicionarse en el mercado. En cambio, las que trabajan sus valores, tienen un código ético y agregan valor moral a su actividad son cada vez más respetadas y valoradas por todas las partes

No obstante, para construir una ética empresarial de éxito, se requiere de una serie de conocimientos, experiencia y habilidades. Por esta razón, trabajarlas y mejorarlas mediante la acción, la revisión y el aprendizaje continuo es, sin duda, fundamental para perfiles de dirección, administración o cualquier persona que quiera liderar equipos de trabajo. 

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