Pensamiento crítico: qué es y ejemplos

19/12/2022 | Santander Universidades

A lo largo del tiempo, innumerables filósofos, científicos y eruditos han tratado de alcanzar la verdad a través del pensamiento crítico. Y es que esta habilidad única de los humanos ofrece la oportunidad de dejar a un lado las creencias y las supersticiones en favor de la lógica y la razón. 

Richard Paul, director de Investigación y Desarrollo Profesional en el Centro de Pensamiento Crítico y presidente del Consejo Nacional para la Excelencia en el pensamiento crítico, en una ocasión, dijo que “el pensamiento crítico es pensar en tu pensamiento mientras piensas para mejorar tu pensamiento”. En esta especie de trabalenguas podemos encontrar una definición casi autológica de este concepto.

¿Quieres saber más sobre esta habilidad? A continuación, te proporcionamos algunos ejemplos de pensamiento crítico que te ayudarán a entender mejor esta capacidad y a mejorarla tanto en el plano laboral como en el personal. 

¿Qué es el pensamiento crítico?

Henry Ford, fundador de la mítica compañía de automóviles Ford, decía que “pensar es el trabajo más duro que existe, y probablemente sea la razón por la que tan pocos se dedican a ello”. Y es que construir, mantener y actuar con una mentalidad basada en el pensamiento crítico es, sin duda, complicado para la mayoría de personas. 

En este sentido, si bien hay decenas de definiciones y ejemplos de pensamiento crítico, podríamos definir este concepto como la capacidad de analizar cualquier información y construir una interpretación propia, basada en hechos o datos contrastados y alejándose de creencias sin fundamento

Aunque la verdad absoluta no existe, el pensamiento crítico trata de acercarse a la verdad desde un punto de vista propio. También, busca aprender a partir de opiniones ajenas, empatizar con los demás y mejorar de manera constante. Y es que pensar críticamente es una forma de intentar comprender, desde la razón, el mundo que nos rodea.

¿Para qué sirve el pensamiento crítico?

“Piensa por ti mismo y permite que otros disfruten del privilegio de hacerlo también”. Esta frase de Voltaire ofrece una visión sobre la importancia del pensamiento crítico en la sociedad. Y es que, nutriendo esta capacidad de pensamiento propio, podemos:

  • Detectar y resolver problemas: gracias al pensamiento crítico podemos detectar y resolver problemas de manera más fácil. Al final, se trata de observar, recolectar información, buscar la mejor opción posible y actuar en consecuencia. 
  • Distinguir la información veraz de la que no lo es: en una época donde las fakes news se han apoderado de Internet, disponer de pensamiento crítico contribuye a no creerse cualquier información que nos llegue. Desde luego, todos sabemos cuáles son los pasos para verificar las premisas. 
  • Comprender ideas complejas: en ocasiones, nos encontramos con situaciones e ideas complejas que, a primera vista, son imposibles de entender. El pensamiento crítico puede entrenar a la mente a ser capaz de desgranar este tipo de ideas hasta comprenderlas de manera perfecta.
  • Crear nuevas ideas: investigar y tratar de comprender lo que se lee, ve o escucha a través del pensamiento es el alimento para el cerebro. A partir de aquí, se adquiere un conocimiento que puede poner en marcha la creatividad y la generación de nuevas ideas. 
  • Tomar mejores decisiones: a partir de la reflexión, la lógica, la experiencia, una mente abierta y la verificación de la información, es posible tomar decisiones más acertadas. 
  • Actuar según nuestros valores: algunos pensamientos surgen de los valores de cada persona. Pensar de forma crítica nos ayuda a no traicionar nuestros propios valores y actuar con base en ellos. 
  • Ser más empáticos: la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otras personas. Cuando somos capaces de crear un pensamiento propio, también logramos comprender mejor la perspectiva de los demás. 
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6 puntos para construir un pensamiento crítico y ejemplos

Aristóteles, unos de los grandes pensadores de la historia de la humanidad, aseguraba que “es señal de una mente educada poder considerar un pensamiento sin necesidad de aceptarlo”. Y es que, para tener un pensamiento crítico, es necesario entrenar la mente. 

¿Cómo podemos hacerlo? Como se trata más bien de una forma de ver las cosas que de una habilidad que tan solo usamos en ciertas ocasiones, esta requiere de trabajo diario y constante. Sin embargo, existen ciertos aspectos que contribuyen a construir este tipo de pensamientos. 

1. Desconfiar de (casi) todo

Descartes, otro de los filósofos más influyentes de Occidente, llegó a la conclusión del famoso “pienso, luego existo” a través del pensamiento crítico. Dudó y desconfió de todo lo que le rodeaba, hasta que, finalmente, tuvo la clarividencia de que lo único de lo que no podía dudar era de sus propios pensamientos, ya que, indudablemente, estaban allí. 

Como hemos mencionado anteriormente, estamos en un mundo donde las noticias falsas, las mentiras o las ideas creadas a partir del egoísmo son algo habitual. Por ello, creer en cualquier cosa sin antes verificarla puede traer muchos problemas. Por el contrario, dudar de casi todo (sin llevarlo al extremo) permite acercarnos un poco más a la verdad. 

2. Mantener la mente abierta

El pensamiento “out of the box” o fuera de la caja es otro ejemplo de pensamiento crítico. Encerrarnos en nuestras ideas, no aceptar las de los demás o negar todo aquello que se sale fuera de nuestras creencias nos hace más débiles. Sin embargo, mantener la mente abierta es fundamental para diseñar nuestras propias ideas. 

Imagina que alguien tiene la creencia de que la tecnología es mala. A pesar de que otras personas lo intenten convencer, esta persona es muy probable que se niegue siquiera a probarla. Como ves, aunque es un ejemplo muy simple, es fácil ver todas las cosas que se está perdiendo por no tener una mente abierta y receptiva que le permita comprobarlo por sí mismo.

3. Evitar la crítica inútil a favor de la opinión crítica

Uno de los errores más comunes que todos cometemos alguna vez es caer en la crítica fácil. Dar una opinión poco constructiva es mucho más sencillo que pensar y ofrecer otro punto de vista que presente una alternativa. 

Este tipo de situaciones se dan mucho en el entorno laboral. Por ejemplo, podría ser que un compañero haya realizado mal una tarea y tú le digas simplemente “esto no está bien”. Lo cierto es que ninguno de los dos gana nada. Sin embargo, si eres capaz de analizar lo que ha fallado, no solo podrás ayudarlo a mejorar, sino que también estarás aprendiendo de los errores de los demás. 

4. Concentrarse en la solución

Otro ejemplo para fomentar el pensamiento crítico es dejar de dar vueltas a los problemas y ponernos manos a la obra para buscar soluciones. Obcecarse en los problemas no conlleva nada bueno. Sin embargo, si somos capaces de pensar de forma crítica, podemos analizarlos y encontrar soluciones. 

Cuando surge un problema en el trabajo, lo sencillo es buscar culpables y señalar errores. Sin embargo, las personas con pensamiento crítico son capaces de analizar de manera detenida las causas reales del problema para concentrarse en buscar soluciones y evitar que este se vuelva a repetir. 

5. Tener claros tus objetivos

Cuando no se tiene un rumbo fijo, es difícil llegar al destino. Sin embargo, si tenemos claros nuestros objetivos, es más sencillo alcanzar las metas que nos proponemos. El pensamiento crítico nos ayuda a construir estrategias que nos ayuden a conseguirlo. 

Imagina que tu sueño es hacer un gran viaje a EE. UU. Por un lado, puedes soñar que te toque un sorteo o creer que la vida te regalará ese soñado viaje. Por otro lado, puedes analizar tu situación financiera y crear un plan de ahorro para cumplir este objetivo. ¿Cuál de las estrategias parece más viable?

6. Partir del no conocimiento

Pensar que tenemos la verdad absoluta, que sabemos todo o que no hay nada que podamos aprender es uno de los mayores errores que podemos cometer. Por el contrario, el aprendizaje constante se retroalimenta: cuanto más aprendemos, más cultivamos el pensamiento crítico y más queremos aprender

En este sentido, imagina que cinco personas se reúnen todos los viernes a debatir sobre diferentes temas que saben de antemano. Mientras que uno de ellos cree tener siempre la razón, por lo que ni siquiera se molesta en buscar información o escuchar a los demás, el resto trata de informarse y aprender de lo que dicen los otros. Tras 10 sesiones, ¿quién crees que tendrá una mejor capacidad para construir pensamientos críticos?

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Cómo evitar el “Efecto Bandwagon” y alimentar el pensamiento crítico

El mal uso de la tecnología y, en concreto, de las redes sociales está provocando que cada vez menos personas sean capaces de cosechar un pensamiento crítico. Esto es lo que se conoce como el Efecto Bandwagon, una teoría psicológica en la que las personas se dejan llevar por el rebaño. Es decir, siguen la corriente de actuación y pensamiento de la mayoría, incluso si estos van en contra de sus valores o preferencias. Esto es debido a la necesidad de pertenecer a un grupo o de no asumir la propia responsabilidad. 

Es cierto que construir un pensamiento crítico es más difícil, pero también es una capacidad muy bien valorada en el entorno laboral y personal. Gracias a esta misma, es posible llevar una vida más feliz y completa, basada en nuestras propias ideas y valores. Además, esta manera de pensar permite potenciar otras habilidades como, por ejemplo, la capacidad de análisis, la toma de decisiones, la resolución de problemas, resiliencia, etc. Como puedes ver, se trata de soft skills que cada vez tienen mayor importancia en el ámbito laboral. 

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