En los últimos años, las empresas han empezado a reducir la importancia del título universitario como indicador de idoneidad para un puesto de trabajo, según Harvard Business Review. En cambio, en la actualidad, las compañías ponen el foco de su atención en las habilidades blandas a la hora de seleccionar a un candidato, es decir, en aquellas competencias transversales de vertiente más personal y no tan técnica que contribuyen a que el empleado tenga un mejor desempeño. Es por esta razón que el 70% de los empleadores realizan pruebas de aptitudes profesionales durante el proceso de selección con el objetivo de conocer las habilidades blandas de los candidatos, tal como afirma Page Personnel.
En este sentido, los test de aptitudes profesionales están diseñados para evaluar tu nivel de competencia a la hora de desarrollar una determinada tarea, así como para medir cómo reaccionarías a ciertas situaciones. Existen tres tipos de test de aptitudes profesionales:
Ahora que ya conoces la importancia de las habilidades blandas, ¡ponte a prueba con el siguiente test de aptitudes profesionales!
Antes de empezar a responder las preguntas, sigue estas instrucciones para hacer el test de aptitudes e interpretar los resultados:
A continuación, puedes comprobar en qué medida posees cada una de las diez aptitudes profesionales que se valoran en este test.
1. Bajo:
No tienes un sistema de gestión de contactos y desconoces las sinergias que puedes establecer para beneficiarte en el ámbito laboral.
2. Regular:
Sabes cómo sacar provecho a tus relaciones más cercanas, pero tu círculo se limita a contactos de primer grado.
3. Moderado:
Estás presente en la red social de contactos más conocida y eso te asegura cierta visibilidad, pero te falta realizar un seguimiento para comprobar su utilidad.
4. Alto:
Eres consciente de la importancia de los contactos en el mundo profesional y procuras estar en espacios tanto presenciales como virtuales para multiplicar tus oportunidades.
1. Bajo:
Evitas el conflicto a toda costa. Prefieres dar la razón al cliente y no tener problemas. Tu estilo es más bien pasivo.
2. Regular:
Expresas tus diferencias al cliente estableciendo unos límites demasiado estrictos que pueden suponer un riesgo. Tu estilo es más bien agresivo.
3. Moderado:
Quieres tener control sobre la situación y pones medidas para ello. Sin embargo, se te olvida que no puedes controlar ciertos aspectos. Tu estilo es asertivo, aunque poco realista.
4. Alto:
Buscas una vía ágil que te permita mantener una comunicación constante y recibir retroalimentación. Tu estilo es asertivo y pragmático.
1. Bajo:
Acostumbras a delegar la responsabilidad porque no confías en tus habilidades comunicativas.
2. Regular:
Escoges la opción más formal: prefieres dejar constancia por escrito para que no haya malentendidos.
3. Moderado:
Tu opción suele ser la más cómoda, ya que prefieres tratar el asunto rápido y en el espacio adecuado para la ocasión.
4. Alto:
Te haces cargo del impacto de la comunicación en el equipo y, por ello, organizas al detalle todo lo que está en tu mano.
1. Bajo:
Puedes parecer una persona algo desagradable al rechazar el sentimiento ajeno y quitar importancia a algo que puede afectar a los demás.
2. Regular:
Podrías parecer una persona apática, que no acaba de conectar con el sentimiento ajeno.
3. Moderado:
Te muestras como una persona simpática, que se preocupa por los demás.
4. Alto:
Te muestras como una persona muy empática. Siempre buscas la manera de ofrecer tu ayuda a los demás.
1. Bajo:
Tu estilo de liderazgo se enfoca más al cumplimiento de los objetivos, ya que sueles fijarte más en la tarea y te olvidas un poco de las relaciones interpersonales.
2. Regular:
Tu estilo de liderazgo es participativo: tu foco está en la relación, pero a veces puedes correr el riesgo de perder de vista la tarea.
3. Moderado:
Tu estilo de liderazgo es delegativo: prefieres dejarlo en las manos de los demás.
4. Alto:
Tu liderazgo es transformacional: lo adaptas en función de la situación y de la verdadera necesidad del equipo.
1. Bajo:
Prefieres lo conocido a lo desconocido. Te resistes a arriesgar y a probar cosas nuevas.
2. Regular:
Necesitas una estructura para funcionar de manera óptima, ya que los cambios te descolocan y necesitas un tiempo para asimilarlos.
3. Moderado:
No te gustan los imprevistos, pero contemplas la posibilidad de que surjan y, si ocurren, te adaptas en la medida de lo posible.
4. Alto:
Eres una persona creativa que apuesta por la innovación y no le temes al cambio.
1. Bajo:
No te planteas objetivos ni mides los avances. Solo te preocupa estar ocupado.
2. Regular:
A veces consigues resultados, pero no eres consciente de qué recursos o esfuerzo has invertido, es decir, de cómo has llegado a ellos.
3. Moderado:
Te comprometes con lo que haces y persistes hasta que esté todo terminado, sin dejarte influenciar por imprevistos.
4. Alto:
Te apoyas en herramientas que te facilitan la toma de decisiones y la organización del trabajo para garantizar tu productividad.
1. Bajo:
No tomas la iniciativa por miedo a equivocarte o por comodidad.
2. Regular:
Sueles procrastinar la toma de decisiones y optas por la primera opción para tener algo seguro.
3. Moderado:
Asumes toda la responsabilidad y te comprometes a cumplirla con el desgaste de energía que eso supone.
4. Alto:
Involucras a todos los implicados para repartir esfuerzos y sumar resultados.
1. Bajo:
No te muestras como una persona demasiado solidaria con tus compañeros y, a veces, tu manera de comportarte puede parecer egoísta.
2. Regular:
Intentas quedar bien con los demás para no sentirte mal contigo mismo.
3. Moderado:
Te muestras disponible, pero solo si te piden ayuda. Tu postura es reactiva.
4. Alto:
Te involucras con el equipo. Te ofreces para ayudarles y apoyarles de manera proactiva sin que te lo pidan.
1. Bajo:
Ante las dificultades, te rindes.
2. Regular:
Cuando no consigues lo que quieres, tu actitud es conformista y te cuesta mantener la motivación.
3. Moderado:
Buscas apoyo en tu entorno para mantener el ánimo.
4. Alto:
Eres capaz de automotivarte, asumir tu errores y mejorar de manera continua.
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